Un día cualquiera, un flechazo inesperado, una situación no deseada.
Jamás pensé que de pronto mi existir se vería encadenado a los pasos de tan peculiar estatura, o a sus particulares gritos de bronca; a esa mirada profunda que desvela todos los secretos y derriba todas las fronteras de lo conocido entre dos personas. Sus ojos me dicen todo y a la vez no me dicen nada, pero es un perfecto lugar para sentirme viva y por sobre todas las cosas, libre, como quién desea que todo tiene que ser de esa manera. Es esa libertad, sin embargo, la que pierdo con solo mirarla y sentir que nada tiene sentido.
“Pero tarde viniste a darte cuenta que ya estabas atrapada” parece decirme la expresión de su mirada, en un intento de ridiculizarme.
Inseguridad, celos, fantasías y frustraciones… un coctel fatal para una tonta adolescente cuyas utopías la mantienen en pie.
¿Realmente le pertenezco? ¿O sólo soy un eslabón perdido de una oxidada cadena que una vez buscó su cariño y afecto?
Todo parece indicar que realmente soy nada para su persona, pero ya es tarde para retirarse, el juego no permite salir antes de terminar…. Pero, ¿tiene esta partida un ganador? ¿O tal vez los momentos que compartimos son solo promesas olvidadas, abrazos relegados y caricias vencidas?
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Una infinidad de interrogantes invaden lo que quedó de mi mente mientras pensaba en su peculiar manera de manejar mis pensamientos y seducir mis sentidos, pero nada parece satisfacer mis ansias de ocupar un lugar en su pequeña pero grandiosa persona.
¿Resistir o morir? Una pregunta que puede ser determinante, pero que a ella nunca le importaría, porque en realidad jamás le interesó; todo esto solo fue una ilusión que no tuvo fundamentos, algo que nunca sucederá.
Anahí M. Llanes.
¡Epa!
ResponderEliminarBuena construcción literaria. Hay pasta por allí.
Qué otra cosa puedo decir: Que disfrutes de este camino que se te abre. Cariños, Virginia
Quedaba mejor el otro titulo!
ResponderEliminarIgual me gusta :)
Muchas gracias Virginia. Se siente lindo saber que detrás de este "instinto" -o en algunos casos, necesidad- de recurrir a la escritura, hay alguien que pueda contemplar los resultados de un momento de inspiración, pero visto desde afuera.
ResponderEliminarCreo que eso es lo que más se disfruta después de terminar un texto: el saber que otros puedan tener acceso a ese material.
Gracias por acompañarme.
JAJAJAJ, Callate Lau!
ResponderEliminarNo puedo personificar el texto cuando ahora ya se convirtió en ficción.
Ok, tal vez algún aspecto de la vida real influyó en mí a la hora de escribir el texto, o tal vez no, sólo yo lo se. O no.
Ahora el texto está desprovisto de toda relación con la realidad y es de libre interpretación para el lector.
Saludos nena.
Resistir,Srta. Asi lo prefiero yo..
ResponderEliminarY aunque creas que a la Sra nunca le importó,no sos un eslabón perdido de esa cadena oxidada.
Segui teniendo estos raptos de inspiracion, para deleitarnos con ficciones tan bien elaboradas.
Saludos,Anahi.
Muchas gracias principessa!
ResponderEliminarjajajajajajaja
Qué manera de interpretar mis textos....
jajajajajajajaj
te odio :P