sábado, 12 de septiembre de 2009

La discriminación

UN PROBLEMA DE TODOS

“Discriminación contra mexicanos se reaviva en EE.UU. por la gripe porcina”, se leía en un comunicado de último momento en Internet.
Hemos escuchado tantas veces esta palabra -discriminación- pero aun no sabemos con exactitud que significa y representa en la vida de cada uno de nosotros. Según la RAE, discriminar es “Seleccionar excluyendo”, entonces ¿cuáles son los antecedentes de este hecho?
Lo cierto es que en el mismo proceso evolutivo de la vida, la naturaleza seleccionó a las especies más aptas para ocupar su hábitat y excluyó a las menos adecuadas, condenándolas a la extinción. ¿Qué podríamos esperar entonces de la especie más evolucionada que incubó la madre Tierra? Obviamente, el Homo Sapiens discrimina de forma instintiva e inevitable, lo hace todo el tiempo. Ahora, el problema se presenta cuando la discriminación afecta a un grupo determinado de personas por consecuencia de la acción de otro conjunto de pares que determina tener cierto poderío por poseer otras características de índole social, cultural, racial, económica, sexual, etc. Se crean entonces los prejuicios y los estereotipos, que intentan determinar que la gente debe seguir formas, modelos y estructuras que -aplicadas en grandes cantidades- se vuelven absurdas. A raíz de esto, surgen la xenofobia, homofobia, el racismo, etc., que instala al odio infundado como componente básico en una sociedad donde TODOS somos iguales ante la LEY por más que existan diferencias obvias que hacen que el mundo sea mundo. Y para colmo, llevamos la discriminación en el ADN, con los estereotipos incorporados desde nacimiento, lo que agrava aun más la situación y dificulta una salida benéfica para todos. ¿Qué podemos hacer entonces? ROMPER PARADIGMAS, abriendo nuestras mentes y practicando la tolerancia, y asumir las responsabilidades que a cada rol de la comunidad competen; los gobiernos, sancionando leyes q penalicen la discriminación en todas sus formas; los medios de comunicación, divulgando y creando conciencia en la población de las terribles consecuencias que crea este acto; las organizaciones sociales, creando programas de inclusión social a los grupos marginados, promoviendo la igualdad de oportunidades; y cada uno de nosotros, entendiendo que NADIE tiene poder sobre otro por ser diferente, que son esas diferencias lo que hacen a la diversidad, y a su vez, a la riqueza que nos permitirá construir un futuro donde la libertad sea el primer objetivo a lograr en una sociedad igualitaria.

Anahí M. Llanes.

5 comentarios:

  1. Hola Anahí:
    Acá estoy.
    Me da mucha esperanza leer lo que escribe una adolescente como vos cuando habla de SU mundo.
    Que parte de tu mundo sea la preocupación por la discriminación cuando seguramente no la sufrís personalmente es algo que habla de compromiso con tus semejantes.
    Esa actitud se vislumbraba en tu blog ambientalista y ahora vas ampliando horizontes y encontrando vinculaciones entre el deterioro del medio ambiente y las construcciones sociales de los hombres y descubriendo que no sólo se trata de la voluntad de producir cambios porque con eso no alcanza, que los colectivos sociales son los que pueden producir las modificaciones que tiendan a terminar tanto con la destrucción del medio ambiente como con las injusticias sociales como la discriminación.

    Como siempre y en muestra de respeto te comunico mis humildes aportes a algunas de las cosas que decís:

    Decís: ”… básico en una sociedad donde TODOS somos iguales ante la LEY por más que existan diferencias obvias que hacen que el mundo sea mundo…”
    Creo que no somos iguales ante la Ley, aunque la letra de la Ley lo exprese así… y aunque lo fuéramos en el mejor de los sentidos… si la Ley fuera igual para todos seguiría siendo injusta. Digo que esa frase es una falacia porque cuando se intenta imponer en una sociedad que “TODOS somos iguales ante la Ley” es porque -para decirlo con un poco de humor- “algunos son más iguales que otros”. No hay más que ver la composición de la población carcelaria (mi crítica no es hacia vos sino hacia quienes quieren hacérnoslo creer, aunque es sabido que las leyes siempre son utopías que expresan ideales… la realidad nos muestra una gran distancia con la enunciación)

    Coincido con lo que decís acerca de que las diferencias existen y que reconocerlas es necesario y en todo caso hay que ponerlas a trabajar para mejorar la sociedad pero queda flotando una pregunta: ¿cuáles son las diferencias admisibles y aún deseables?
    Pensemos en un chico de clase media con computadora, libros, descanso, comida, ocio y red social suficientes y uno que duerme en la misma cama con 2 hermanos, sin agua corriente ni libros ni acceso a Internet y ni siquiera a una PC ni a un diccionario… nada… dejo aquí “la foto” de una situación que habla por sí sola.
    Creo que coincidimos también en que el reconocimiento de las diferencias es mucho más productivo que su ocultamiento y muchas veces más justo, sobre todo cuando hablamos de ese tipo de diferencias que son producto del abuso de algunos grupos sobre otros.
    Me pareció interesante lo que decís acerca del prejuicio y no me convenció tanto el tema de los “roles sociales”, es un tema complejo si los hay, pero en líneas generales me gustaron mucho tus reflexiones y te aliento a seguir con ese entusiasmo. ¡Sinceras felicitaciones!Virginia

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  2. Hola Anahi
    Te felicito por este nuevo emprendimiento,. Me gusto mucho el tratamiento que le diste al tema de La Discriminación. Suerte y seguimos en contacto
    Alvaro Leiva de Siendo Humanos

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  3. Virginia: Muchas gracias por tu presencia, realmente es reconfortante contar con alguien como vos, que aporta todos sus puntos de vista para hacer de una iniciativa, algo productivo.
    Con respecto al tema, considero que:

    - Lo que la ley establece, debería ser cumplido (para quienes recae el efecto de esa norma, se entiende) para todas esas personas por igual. Eso quiere decir que nadie puede "tener coronita" ni, por el contrario, ser castigado de una manera que no corresponde en ese plano jurídico.
    Está claro también que con enunciar una ley no se solucionan los problemas. Ya hemos analizado el rol fundamental del seguimiento social, por ejemplo en la Ley de Bosques, y esto cuenta para toda norma en general. Esto nos va a permitir lograr no solamente que se cumpla, sino que para todos los que están incluidos en esa ley por igual, cosa que no pase lo que pasó en Rebelión...
    Pero por otro lado, como bien sabemos que no todas las leyes son justas (aunque algunas igual necesarias), la manera de actuar ante esa disconformidad es cuestionándola, no transgrediendo la misma.
    Para trabajar sobre las leyes tenemos muchos mecanismos democráticos, como la iniciativa popular, el referéndum, entre otras.

    - Las diferencias a las cuales me refiero tienen que ver con lo que justamente enuncié en el texto:

    "Ahora, el problema se presenta cuando la discriminación afecta a un grupo determinado de personas por consecuencia de la acción de otro conjunto de pares que determina tener cierto poderío por poseer otras características de índole social, cultural, racial, económica, sexual, etc."

    Por supuesto que hay otros tipos de diferencias -como la comparación que pusiste en evidencia- que son discriminatorias por sí mismas, y es justamente ahí donde nace tu pregunta ante el dilema que seguramente se te presentó.

    Saber distinguir y "discriminar" en el buen sentido (no olvidemos que la discriminación es un ACTO, que puede ser tanto positivo como negativo) es fundamental antes de pasar a la acción, y eso es algo que supiste hacer muy bien.

    Gracias por tus palabras.

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